loader image

(15-11-21)

La importancia del sentido y de lo que nos explicamos del trabajo, de las tareas rutinarias es lo que puede cambiar la satisfacción/insatisfacción en una profunda sensación de alegría y gratitud. En muchas ocasiones no es lo que pasa si no lo que nos explicamos sobre lo que pasa que nos hace sufrir o sentirnos víctimas de las circunstancias.

Un gran psiquiatra italiano, Roberto Assagioli,  escribió una parábola sobre una entrevista a tres canteros que construían una catedral en el siglo XVI. El efecto que ejerce su sensación de significado personal sobre la experiencia de su trabajo es la misma que el que posee para nosotros hoy en día.

“Cuando pregunta al primer cantero que está haciendo, el hombre responde con amargura que está cortando piedras para hacer bloques de treinta centímetros por treinta centímetros y por veinticinco. Lleno de frustración describe una vida en la que ha repetido esto una y otra vez y en la que seguirá haciéndolo hasta que muera.

El segundo cantero también está haciendo bloques, pero replica de una forma un poco diferente. Con calor le dice al entrevistador que se está ganando la vida para mantener a su amada familia; gracias a su trabajo, sus hijos tienen ropa y alimentos para crecer fuertes y sanos y su mujer y él tienen un hogar que han llenado de amor.

Pero es el tercer hombre el que da una respuesta que nos hace reflexionar. Con voz feliz nos habla del privilegio de participar en la construcción de esa gran catedral, tan fuerte que se erigirá como faro sagrado durante miles de años.

Los tres expertos canteros están realizando la misma tarea física. Están cortando piedras.

Utilitzem cookies per oferir-vos la millor experiència web. Si segiu navegant esteu acceptant la nosra política de cookies. Podeu obtenir més informació sobre quines cookies utilitzem   
Privacidad